En 2016, Antonio Nuño, Fátima Álvarez y Enrique Rodríguez, tres amigos desde la infancia, fundaron Somebody Somewhere con una misión clara: conectar a artesanos rurales de México con cadenas de suministro globales, creando productos sostenibles y de alta calidad. Inspirados por el trabajo artesanal que vieron durante su voluntariado en comunidades indígenas, comenzaron a trabajar con cientos de artesanos en algunos de los estados más pobres del país, aplicando técnicas tradicionales en ropa y accesorios.
La startup, con sede en Ciudad de México, ayuda a estos grupos a organizarse como cooperativas, formalizarse, abrir cuentas bancarias y crear ahorros comunitarios. Los artesanos reciben pagos justos, con el 50% por adelantado y el resto al finalizar cada pieza, lo que asegura un flujo de ingresos estable.
Sin embargo, fue en 2023 cuando Somebody Somewhere dio un salto significativo gracias a la inteligencia artificial (IA). Nuño y su equipo comenzaron a utilizar modelos de texto a imagen como Stable Diffusion para generar conceptos visuales de productos, mostrando a las empresas cómo podrían verse sus artículos emblemáticos si fueran fabricados por artesanos. Estos diseños fueron publicados en plataformas como LinkedIn e Instagram, lo que atrajo la atención de varias marcas importantes.
La oportunidad decisiva llegó cuando publicaron una imagen conceptual de una camiseta de la selección mexicana de fútbol con la marca Adidas. La imagen se viralizó rápidamente, superando el millón de visitas y captando la atención de empleados de Adidas. El diseño, que sugería incorporar bordados artesanales, destacó por su enfoque en el trabajo justo y la promoción de la cultura mexicana. En pocos días, Adidas se puso en contacto con Somebody Somewhere para discutir una colaboración.
Esta alianza resultó en el lanzamiento de una colección de camisetas de la selección mexicana, bordadas a mano por artesanas de la Sierra Norte de Puebla. Cada prenda requirió más de 11 horas de trabajo artesanal, simbolizando a los 11 jugadores del equipo nacional. La colección fue recibida con gran entusiasmo y se distribuyó a los miembros del programa adiClub, además de futbolistas y creadores de contenido.
Pablo Cavallaro, director de Activación de Marca en Adidas, señaló que esta colaboración es una manera de “honrar el trabajo de los artesanos mexicanos y seguir abrazando el patrimonio cultural del país”. Además, cada camiseta incluye un código QR que permite a los compradores conocer al artesano que la fabricó, añadiendo un toque personal y transparente al producto.
La viralidad de la publicación no solo generó un acuerdo con Adidas, sino que también disparó la visibilidad de Somebody Somewhere, alcanzando a más de 50 millones de personas y apareciendo en más de 100 medios de comunicación. La IA, que inicialmente parecía una herramienta para facilitar el diseño, se convirtió en una palanca para acelerar el crecimiento de la startup, aumentando su producción de 10 a 5,000 productos mensuales.
El éxito de la colaboración con Adidas ha abierto nuevas oportunidades para Somebody Somewhere, que ahora trabaja con empresas como Google, Uber y Amazon, desarrollando productos personalizados para empleados y eventos. Además, la startup también cerró acuerdos con tiendas Apple, donde sus kits de viaje artesanales están disponibles en más de 30 países.
La startup ha logrado mantener un crecimiento rentable desde 2022, y ahora está en proceso de levantar una nueva ronda de financiación, aprovechando el auge de las compras sostenibles y el nearshoring. La historia de Somebody Somewhere es un claro ejemplo de cómo la tecnología y la tradición pueden fusionarse para crear soluciones innovadoras y sostenibles que no solo benefician a las grandes marcas, sino que también transforman la vida de miles de artesanos mexicanos.