Apple ha anunciado una inversión histórica de $500,000 millones de dólares en Estados Unidos para los próximos cuatro años, reafirmando su compromiso con la innovación, manufactura y tecnología en el país.
Como parte de esta inversión, la empresa construirá una planta de servidores de 23,225 metros cuadrados en Houston, Texas, que será clave para el desarrollo de Apple Intelligence, su sistema de inteligencia artificial. Además, estos servidores potenciarán Private Cloud Compute, la infraestructura de seguridad avanzada de Apple.
Apple ha señalado que la nueva planta operará con energía 100% renovable y será diseñada con eficiencia energética, minimizando el impacto ambiental. Su apertura está prevista para 2026 y se espera que genere miles de empleos en la región.
Impacto de los aranceles en la decisión de Apple
Este movimiento responde, en parte, a los aranceles del 25% sobre chips importados impuestos por el gobierno de Donald Trump. Para mitigar estos costos, Apple duplicará su Fondo de Manufactura Avanzada, pasando de $5,000 millones a $10,000 millones de dólares, con el objetivo de fortalecer la producción local y capacitar a nuevos trabajadores en manufactura tecnológica.
Además, la compañía lanzará una academia de fabricación en Detroit, enfocada en preparar a la próxima generación de innovadores.
Un cambio estratégico hacia la producción en EE.UU.
Históricamente, Apple ha dependido de la manufactura en China y otros países asiáticos. Sin embargo, la presión arancelaria y la necesidad de asegurar una cadena de suministro más estable han llevado a la empresa a reforzar su presencia en Estados Unidos con una producción más local.
Con esta inversión, Apple no solo busca proteger su negocio ante restricciones comerciales, sino también posicionarse como líder en tecnología y manufactura sostenible, fortaleciendo su impacto en la economía estadounidense.
Fuente: Entrepreneur