Emprender en el contexto actual puede parecer una tarea titánica, especialmente para aquellos que ya cuentan con un empleo asalariado y desean lanzar su propia startup. Sin embargo, gracias a la Ley de Fomento del Ecosistema de Empresas Emergentes, más conocida como la Ley de Startups, se han implementado medidas que buscan facilitar el camino para estos emprendedores. Una de las más destacadas es la exención del pago de la cuota a la Seguridad Social durante los primeros tres años para aquellos que compaginan su trabajo por cuenta ajena con la creación de una empresa emergente.
Este beneficio es particularmente relevante en un país donde el equilibrio entre estabilidad financiera y el impulso emprendedor puede ser difícil de alcanzar. Los empleados que deciden aventurarse en el mundo de las startups suelen enfrentar un doble reto: mantener su empleo actual, que les proporciona seguridad económica, mientras dedican tiempo y recursos a desarrollar su proyecto empresarial. La posibilidad de no pagar la cuota del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) durante tres años representa un alivio significativo, permitiéndoles enfocar esos recursos en el crecimiento de su negocio.
Para acceder a esta exención, es necesario que el proyecto esté acreditado como una empresa emergente. Esto se logra a través de la certificación otorgada por la Empresa Nacional de Innovación (ENISA). Las startups que califican son aquellas de reciente creación o con menos de cinco años de existencia, extendiéndose a siete años en sectores específicos como biotecnología, energía e industria. Esta certificación no solo valida el carácter innovador de la empresa, sino que también abre la puerta a otros beneficios fiscales.
Entre estos beneficios, destaca la reducción del tipo impositivo del Impuesto de Sociedades al 15%, una medida diseñada para aliviar la carga fiscal durante los primeros años de vida de la empresa, cuando las ganancias suelen ser limitadas. Además, las startups también pueden disfrutar de aplazamientos en sus deudas tributarias y exoneraciones en pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades. La eliminación del abono de tasas registrales para la constitución de una nueva empresa es otra ventaja que reduce los costos iniciales, facilitando así el proceso de creación y consolidación del negocio.
Aunque la creación de una startup mientras se mantiene un empleo asalariado no está exenta de dificultades, estos incentivos fiscales y exenciones ofrecen un respaldo significativo. Permiten a los emprendedores concentrarse en el desarrollo de su negocio sin la presión financiera inmediata que puede venir con el inicio de una nueva empresa. La Ley de Startups, con estas disposiciones, refleja un esfuerzo por fomentar el emprendimiento en España, reconociendo que muchas de las ideas más innovadoras surgen de quienes están dispuestos a tomar riesgos calculados mientras aseguran su estabilidad económica.
En resumen, aquellos que sueñan con dirigir su propia startup mientras mantienen un empleo pueden encontrar en esta ley un aliado poderoso. Si bien el camino del emprendimiento sigue siendo complejo, estas medidas reducen algunos de los obstáculos financieros, proporcionando un entorno más favorable para la innovación y el crecimiento empresarial.