En 2024, el gobierno brasileño anunció un audaz proyecto denominado “Plan Brasileño de Inteligencia Artificial” (PBIA), destinado a impulsar el desarrollo de inteligencia artificial (IA) autóctona en todo el país. Este plan busca garantizar la autonomía tecnológica de Brasil, fomentar el uso responsable de la IA y mejorar la competitividad de su economía. Con una inversión de 4,000 millones de dólares hasta 2028, el PBIA promete modernizar infraestructuras tecnológicas clave, como el superordenador Santos Dumont, y establecer una red de centros de IA en diferentes regiones del país.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, señaló la importancia de que el país genere su propia IA, evitando depender de potencias tecnológicas como China o Estados Unidos. Durante la presentación del plan, subrayó que la inteligencia artificial debe ser un motor de ingresos y empleo para los brasileños. Este enfoque local responde a la tendencia global de varios gobiernos que están destinando grandes recursos al desarrollo de IA, como Estados Unidos, que ha incrementado masivamente su gasto en tecnología de inteligencia artificial, especialmente en el sector de defensa.
El PBIA no solo pretende posicionar a Brasil en el escenario global de la IA, sino también consolidar su ecosistema tecnológico. Para ello, es esencial crear las condiciones adecuadas, algo que varios expertos destacan. Ranjit Tinaikar, CEO de Ness Digital Engineering, explicó que los centros de IA son una idea válida, pero advirtió que su éxito dependerá de varios factores. Comparó esta iniciativa con el desarrollo de Silicon Valley, recordando que fue necesario contar con instituciones de investigación avanzadas, capital de riesgo, talento local y apoyo gubernamental para que ese ecosistema tecnológico prosperara.
Brasil, con más de 200 millones de habitantes, sigue siendo un mercado clave en Sudamérica. A pesar de su turbulencia económica en la última década, el país ha mantenido un alto nivel de penetración y uso de Internet, lo que refuerza su potencial para adoptar y desarrollar tecnologías avanzadas como la IA. La creación de los centros de IA, junto con la modernización del superordenador Santos Dumont, apunta a consolidar un ecosistema que pueda competir internacionalmente y generar beneficios tangibles para la economía local.
Aunque el futuro de estos centros de IA en Brasil aún está por verse, la iniciativa es un paso firme hacia la innovación tecnológica en la región. Si bien el país aún enfrenta desafíos, como la necesidad de instituciones de investigación de primer nivel y un ecosistema financiero que respalde estos proyectos, los avances recientes indican un panorama optimista. Con una reserva de talento en crecimiento y un mercado en expansión, Brasil podría estar en el camino de convertirse en un actor relevante en el desarrollo global de la inteligencia artificial.