Los aranceles recíprocos anunciados el 2 de abril por Donald Trump podrían generar una ventaja competitiva para México frente a países asiáticos, cuyas exportaciones a Estados Unidos enfrentarán gravámenes más elevados. Así lo señalan analistas del Grupo Financiero Coppel, quienes destacan que los aranceles aplicables a México serían menores en comparación con los impuestos a otras naciones con creciente participación en el mercado estadounidense.

Según sus estimaciones, el arancel promedio ponderado para México sería de 2.7%, cifra que podría aumentar hasta 9.5% si se incluye al sector automotriz. No obstante, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) protegería al 56% de las exportaciones mexicanas, minimizando el impacto de las nuevas medidas.

Aun así, los expertos advierten que la imposición prolongada de aranceles representaría una disrupción en la relación comercial de Norteamérica y afectaría la actividad económica de México. En ese escenario, ajustaron a la baja la proyección del PIB para 2025, de 0.5% a 0.1%, con una recuperación estimada de 1.8% en 2026.

El impacto sobre la inflación dependerá en gran medida de la respuesta del gobierno mexicano, incluyendo posibles medidas arancelarias recíprocas.

Los aranceles ya anunciados por EUA excluyen por ahora al sector automotriz, pero entrarán en vigor en dos fases: un 10% general sobre todas las importaciones el 5 de abril, y tarifas adicionales diferenciadas a cerca de 60 países desde el 9 de abril, en respuesta a los aranceles más altos que estos aplican a las exportaciones estadounidenses.

De confirmarse su implementación, México mantendría una posición relativamente favorable gracias a las condiciones preferenciales del TMEC, aunque sectores como el automotriz, el acero y el aluminio podrían verse más afectados si se concreta su inclusión.

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