Hablar de salud mental en el trabajo sigue siendo un tema marcado por estigmas y silencios. Aunque cada vez más empresas incorporan el bienestar psicológico en su agenda, pocas veces este compromiso ha trascendido al marco legal. En México, una iniciativa en la Cámara de Diputados busca cambiar esa realidad al proponer permisos laborales por salud mental en la Ley Federal del Trabajo.
La propuesta, presentada por Movimiento Ciudadano, plantea otorgar hasta siete días remunerados —continuos o no— dos veces al año, con el respaldo de un justificante médico expedido por instituciones registradas ante la Secretaría de Salud. En casos justificados, el permiso podría extenderse hasta 180 días. El objetivo: reconocer que la recuperación emocional es tan necesaria como la física y que el derecho a la salud integral debe garantizarse en los espacios de trabajo.
De aprobarse, México se sumaría a países como Reino Unido, Irlanda, Chile, Brasil y España, donde este tipo de licencias ya son una práctica consolidada. El reto, sin embargo, será doble: ajustar la legislación y transformar la cultura laboral para que pedir un permiso por salud mental no sea visto como un signo de debilidad.
Hoy, la Ley Federal del Trabajo solo reconoce trastornos vinculados a la actividad laboral como enfermedades profesionales, lo que limita el acceso a apoyos. La iniciativa busca romper con esa lógica al reconocer factores sociales y personales como parte del bienestar.
Más allá de la norma, el verdadero cambio será cultural. Normalizar que trabajadores puedan pedir un respiro sin miedo a discriminación es un paso hacia la construcción de entornos más sanos y resilientes. Como señalan especialistas, la salud mental no debe considerarse un costo para las empresas, sino una inversión en capital humano.
La discusión apenas comienza en el Congreso, pero su sola presencia en la agenda legislativa abre una oportunidad histórica: colocar la salud mental en el centro de la política pública y laboral de México. Un derecho que hasta hace unos años parecía utópico hoy se perfila como un cambio cercano y urgente.