El emprendimiento de impacto está ganando terreno como un modelo innovador para resolver problemáticas sociales y medioambientales, mientras genera beneficios sostenibles. A continuación, presentamos cinco ejemplos de proyectos que están transformando comunidades y sectores clave.
1. Espigoladors
Fundadora: Mireia Barba
Espigoladors es una fundación dedicada a minimizar el desperdicio de alimentos y fomentar la inclusión social. Colabora con agricultores, ONGs y empresas agroalimentarias para reutilizar alimentos desechados, prolongando su ciclo de vida.
Impacto:
• Red de 15,000 voluntarios y 300 organizaciones agrícolas.
• Educación en sostenibilidad en 100 escuelas.
2. 55 Mais
Fundadora: Elena Parras
Esta asociación en Portugal conecta a personas mayores de 55 años con oportunidades para contribuir a sus comunidades, promoviendo su integración y confianza.
Impacto:
• Presencia en 12 ciudades con más de 3,700 talentos registrados.
• 44,000 horas de servicio realizadas por participantes.
3. Estrategia Anti-Rumores (EAR)
Creador: Daniel de Torres
EAR trabaja para transformar estereotipos y promover la diversidad cultural en comunidades mediante herramientas que fomentan la inclusión.
Impacto:
• Implementación en más de 100 ciudades de España y 20 países europeos.
• 500 colegios integrados y sostenibilidad del 80% en ciudades participantes.
4. MyPolis
Fundador: Bernardo Gonçalves
Esta plataforma conecta estudiantes con representantes políticos, promoviendo una ciudadanía activa. Además, los docentes la utilizan para enseñar sobre democracia de forma dinámica.
Impacto:
• 35,000 jóvenes involucrados y 200 propuestas implementadas en Portugal.
• Transformación de 40 territorios en espacios participativos.
5. Artro 360
Fundador: Josep Vergés
A través de la Fundación Internacional de la Artrosis, Artro 360 empodera a pacientes crónicos para gestionar su salud mediante guías y recursos personalizados.
Impacto:
• 45,000 pacientes beneficiados.
• Mejora del 80% en dolor y calidad de vida según los usuarios.
Estos ejemplos demuestran que el emprendimiento de impacto no solo responde a necesidades sociales y ambientales, sino que también genera un cambio positivo en comunidades y sectores clave.